domingo, 24 de agosto de 2014

Cuento El abuelo y el nieto.





El abuelo y el nieto

[Cuento. Texto completo.]

Hermanos Grimm



                                                       



Había una vez un pobre muy viejo que no veía apenas, tenía el oído muy torpe y le temblaban las rodillas. Cuando estaba a la mesa, apenas podía sostener su cuchara, dejaba caer la copa en el mantel, y aun algunas veces escapar la baba. La mujer de su hijo y su mismo hijo estaban muy disgustados con él, hasta que, por último, lo dejaron en un rincón de un cuarto, donde le llevaban su escasa comida en un plato viejo de barro. El anciano lloraba con frecuencia y miraba con tristeza hacia la mesa. Un día se cayó al suelo, y se le rompió la escudilla que apenas podía sostener en sus temblorosas manos. Su nuera lo llenó de improperios a los que no se atrevió a responder, y bajó la cabeza suspirando. Le compraron por un cuarto una tarterilla de madera, en la que se le dio de comer de allí en adelante.

Algunos días después, su hijo y su nuera vieron a su niño, que tenía algunos años, muy ocupado en reunir algunos pedazos de madera que había en el suelo.

-¿Qué haces? -preguntó su padre.

-Una tartera -contestó, para dar de comer a papá y a mamá cuando sean viejos.

El marido y la mujer se miraron por un momento sin decirse una palabra. Después se echaron a llorar, volvieron a poner al abuelo a la mesa; y comió siempre con ellos, siendo tratado con la mayor amabilidad.


sábado, 23 de agosto de 2014

Cuento Buscando estrellas.




CUENTO
BUSCANDO ESTRELLAS
Pedro Pablo Sacristán






"-El alma de cada uno de nosotros es un bicho inquieto. Siempre está buscando estar alegre y ser más feliz. ¿lo notas? esas ganas de sonreír, de pasarlo bien y ser feliz, son la señal de que tu alma siempre está buscando. Pero claro, como las almas no tienen patas, necesitan que les lleven de un sitio a otro para poder buscar, y por eso viven dentro de un cuerpecito como el tuyo y como el mío..
- ¿Y nunca se escapan?- preguntaba siempre Carlos.
- ¡Claro que sí!- decía el abuelo- Las almas llevan muy poquito tiempo dentro del cuerpo, cuando se dan cuenta de que el sitio en el que mejor se está es el Cielo. Así que desde que somos muy pequeñitos, nuestras almas sólo están pensando en ir al cielo y buscando la forma de llegar allí.
- ¿Y cómo van al cielo? ¿volando?
- ¡Pues claro! - decía alegre el abuelito.- Por eso tienen que cambiar de transporte, y en cuanto ven una estrella que va al cielo, pegan un gran salto y dejan el cuerpo tirado.
- ¿Tirado? ¿Y ya no se mueve más?
- Ni un poquito. Aquí decimos que se ha muerto y nos da pena, porque son nuestras almas las que dan vida a los cuerpos y hacen que queramos a las personas. Pero ya te digo que son bichos muy inquietos, y por eso en cuanto encuentran su estrella se van sin preocuparse. Muchas almas tardan mucho tiempo en encontrarla, ¡fíjate yo qué viejecito soy! Mi alma lleva buscando su estrella muchísimos años, y aún no he tenido suerte. Pero algunas almas, las que hacen los niños más buenos o los mejores papás, también saben buscar mejor, y por eso encuentran su estrella mucho antes y nos dejan.
- ¿Y yo tengo alma? ¿Está buscando su estrella?
- Sí Carlitos. Tú eres tu alma. Y el día que encuentres tu estrella, te olvidarás de nosotros y te irás al cielo, a pasártelo genial con las almas de todos los que ya están allí.
Y entonces Carlitos dejaba tranquilo al abuelo y se iba alegre a buscar una estrellita cerca del río, porque en toda la pradera no había mejor sitio para esconderse."

Por eso el día que el abuelo les dejó, Carlos lloró sólo un poquito. Le daba pena no volver a ver a su abuelito ni escuchar sus historias, pero se alegraba de que por fin el alma del abuelo hubiera tenido suerte, y hubiera encontrado su estrella después de tanto tiempo.
Y sonreía al pensar que la encontró mientras paseaba junto al río
, donde tantas y tantas veces había buscado él la suya...

Cuento para afrontar la pérdida de un ser querido
Pedro Pablo Sacristán



Pedro Pablo Sacristán








martes, 19 de agosto de 2014

Cuento "El jardín del abuelo".





CUENTO
Lane Smith

Lane Smith
Estudió arte en el Art Center College
of Design en Pasadena, California,
Estados unidos.





Aquí comparto algunas imágenes de esta bella obra. 
¿Cómo lo contaríamos nosotros?














 





domingo, 17 de agosto de 2014

sábado, 16 de agosto de 2014

Cuento Abuelos



CUENTO
"ABUELOS"
Texto de Chema Heras
Ilustraciones de Rosa Osuna
Editorial Kalandraka



-Es la tierna historia de dos viejecitos,
Manuel y Manuela, que aceptan 
con naturalidad
las huellas de los años-

-A través de una estructura acumulativa
y un texto poético, "Abuelos" nos enseña a
encontrar la belleza a través de los ojos del amor,
nos muestra todo el cariño que puede exisitir
cuando el cuerpo se marchita y nos descubre las
ventajas de vivir con una sonrisa en los labios-





viernes, 15 de agosto de 2014

Cuento El mejor truco del abuelo.





L. Dwight Holden
Ilustraciones de Michael Chesworth
Editorial Fondo de Cultura Económica



"Mi abuelo hizo un truco que no me gusta.
 No le di permiso para irse,
y se fue".











"Aquellos que amamos nunca abandonan nuestro corazón".


lunes, 11 de agosto de 2014

Cuento Mi abuela tiene Alz qué?






CUENTO
"MI ABUELA TIENE ALZ QUÉ?









El alzheimer es una enfermedad de nuestro tiempo. Con la edad, la gente comienza a olvidarlo todo.
Me llamo María.
Quiero contarte una historia sobre mi abuela, que últimamente se ha vuelto un poco rara. Cuando yo era pequeña la iba a visitar a su casa.
Olía a muchas cosas ricas, como mermelada de fresas.
Mi abuela siempre me recibía con los brazos abiertos. Luego me enseñaba sus tesoros. Tenía la cabeza llena de recuerdos y, cuando sacaba su álbum de fotos, no había una sola
pregunta que no me contestara. ―¿De verdad esa niña eres tú, abuela? ¡Cualquiera pensaría que soy yo!―. Luego salíamos e íbamos a la panadería y a la carnicería.
De regreso a casa siempre atravesábamos el parque. Les lanzábamos migajas a los patos del estanque. Disfrutábamos mucho al verlos. La abuela pensaba que eran muy listos.
En la noche me hablaba sobre cómo era ella cuando tenía mi edad, cuando fue creciendo. Luego llegaba mi momento favorito: nos mirábamos a los ojos y nos dábamos ―un gran beso tronado―, como ella decía. ¡Ese beso era tan especial! ¡Me sentía tan tranquila y protegida por ella! Me tomaba en sus brazos y me cantaba mi canción favorita para que me durmiera.
Pero un día, cuando llegué a su casa, sentí que algo había cambiado. Me dijo: ―¡Buenos días, Susana!― Pero no me llamo Susana. Le dije: ―Abuela, te equivocaste, soy María. Pensé que estaba bromeando. Pero no era así. Estaba confundida. Le costaba trabajo recordar los nombres. Más tarde me dijo otra cosa extraña: ―Ven papá, vamos a pescar―. Al principio pensé que era un juego. Pero luego vi que de verdad tenía problemas. Esa noche puso sus zapatos en el refrigerador, luego se perdió en la casa. A la mañana siguiente intentó comerse una servilleta. Yo no podía creerlo.
Entonces entendí que la abuela no estaba jugando. Estaba enferma y debido a su enfermedad, hacía cosas raras. El doctor dijo que sufría una enfermedad: alzheimer. ―¿Alz... qué?―, pregunté. Fuera lo que fuera ella necesitaba ayuda.
Ahora la abuela ya no vive en su casa. Vive en una casa muy grande con muchas abuelas y abuelos como ella. Las enfermeras la cuidan porque ya no se puede alimentar, bañar ni salir a caminar. Me da tristeza que haya cambiado tanto. Pero todavía voy a visitarla con frecuencia y, ¿sabes algo? Ahora soy yo la que le enseño mi álbum de fotografías. Soy yo la que camina con ella por los corredores y le cuenta historias. Es cierto que no es la misma que era antes, pero sigue siendo mi abuela y la quiero mucho.
Creo que ya no me entiende cuando le hablo. Pero hay una cosa de la que estoy segura. Todavía entiende perfectamente nuestro ―beso tronado― Y sé que la hace sentirse bien.
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Verónique Van den Abeele, Mi abuela tiene ¿Alz… qué?, Claude Dubois, ilus. México, SEP-Destino, 2006.

viernes, 8 de agosto de 2014

Surrealismo.Tetsuya Ishida. Arte japonés.






TETSUYA ISHIDA
Japonés, 1973-2005


Curioso dibujante de la vida cotidiana japonesa, siempre retratándose en sus escenas, en las que estaba atrapado por su cuerpo. Surrealista.