domingo, 31 de marzo de 2013

Medio ambiente y Literatura infantil. Cuento EN EL BOSQUE DE PEREZOSO.



MEDIO AMBIENTE y Literatura infantil

Cuento 
"EN EL BOSQUE DEL PEREZOSO"




Anouck Boisrobert, Louis Rigaud. 
Traducción: Pedro Azara
Ediciones Hipòtesi. Barcelona, 2012.
Pop-up en cartoné


"Todo está verde, la vida lo es todo, en el bosque del perezoso. Los pájaros gorjean, los felinos  se ovillan a la sombra de las palmeras, los osos hormigueros sorben a los insegctos como con una pajita... y el perezoso -¿lo ves?- se balancea tiernamente entre las hojas".


Buscando en el libro con mucho interésal perezoso entre el bosque pop-up se percibe preocupación y sentimiento de que unainjusticia se estaba cometiendo. Alivio al descubrir que la reparación era posible. Volvamos a empezar , esta vez leyendo el texto  para comprender mejor lo sucedido. ¿Y si pasamos las páginas en sentido contrario?

Este libro tiene una estética impecable que trata con acierto un tema que toca el corazón de todo niño: el drama de perder tu casa, la destrucción del entorno conocido. Esto es, al fin y al cabo, lo que le sucede a perezoso.

Es por tanto, un libro recomendable para tratar la deforestación de los bosques y la necesidad de proteger la biodiversidad del planeta, pero a la vez, una historia de emociones, de perdidas y de reparaciones. Además, anima a la lectura, cultiva el sentido estérico y proporciona, sencillamente, un momento placentero e intenso más allá de la puera diversión.


Cada año desaparecen en el mundo 13 millones de hectáreas de bosque. Un 90% de la deforestación es ilegal. Esta destrucción amenaza la supervivencia de numerosas especies, entre ellas el perezoso de tres dedos.

Las páginas desplegables de este libro esconden muchos detalles que puedes ir descubriendo, además del perezoso. A través de ellas y de un texto con elementos que se van repitiendo, el libro nos muestra cómo el esplendor de un bosque puede desaparecer por la acción humana. Pero también nos enseñará cómo las pequeñas acciones humanas pueden impedir la devastación. 

Se trata de una original propuesta estética con un contenido que ofrece dos lecturas diferentes: por un lado lo que ocurre en el bosque, y por otro, cómo vive en él nuestro protagonista, el perezoso de tre dedos. Este animal está completamente adaptado a la vida sobre los árboles, ha perdido su capacidad para desplazarse por tierra y su principal sustento son las hojas. ¿Qué pasaría si su hábitat desapareciera?

"Si necesitan alguna forma de ilustrarse Román Belmonte da dos opciones. Por un lado "Los últimos días del edén", largometraje exquisito dirigido por John McTiernan y protagonizado por Sean Connery. Por el otro un muy buen libro pop-up que lleva por título "En el bosque del perezoso" de Anouck Boisrobert y Louis Rigaud (editorial Hipótesi), un título de narración circular en el que, a pesar de contar con una selva que desaparece y aparece, enseña a los pequeños lectores unas pinceladas de ecologismo".






















Medio ambiente y Literatura infantil.



MEDIO AMBIENTE y Literatura Infantil








“La defensa del medio ambiente comenzó a imponerse a la atención en la segunda mitad del siglo XX, después de la explosión de la primera bomba atómica en Hiroshima, y más aún después del accidente de la central atómica de Chernobyl. Pero el peligro nuclear no es sino un aspecto de una cuestión mucho más vasta. Hay muchos otros riesgos, más solapados, que amenazan el planeta. Y, sin embargo, las obras de ficción para niños no aluden a ellos. ¿Por qué? ¿Hay temor de una literatura comprometida? Sin embargo, no hablar es también una forma de compromiso por la negativa, ya que se trata de peligros que nos amenazan a todos, y, en primer lugar, a los niños”.


EL “PLANETA MILAGRO” ES FRÁGIL

“Durante largo tiempo se creyó que los recursos de la Tierra eran inagotables. El hombre veía la naturaleza como “el teatro  impasible” (según palabras de Vigny) y, tal como quería Descartes, se hizo el propósito de convertirse en el “señor y propietario de ella”. La civilización urbana progresa gracias a la deforestación. Sólo unos pocos poetas, como Ronsard, expresan algunos temores: “Escucha leñador, detén un poco ese brazo”. En L’ oncle Robinson (El tío Robinson), una novela inédicta de Julio Verne, primera versión de lo que fue luego La isla misteriosa, esta concepción de la naturaleza se expresa en forma ingenua: los árboles, las plantas, los animales de la isla sólo pueden verse en función de las necesidades de los náufragos, como un amplio depósito y alacena que estuviera a su disposición.

El crecimiento demográfico, las revoluciones industriales, la explotación irresponsable de los recursos naturales, el abandono del campo y la urbanización descontrolada han tenido, en pocas décadas, efectos desastrosos y alarmantes: un exceso de carbono en la atmósfera que provoca el “efecto invernadero” en grandes ciudades, como por ejemplo México, Milán o Atenas, lluvias ácidas, contaminación de las napas freáticas mediante desechos industriales o a través de los nitratos de los fertilizantes agrícolas, cada vez más agujeros en la capa de ozono que nos protege de los rayos solares ultravioleta, debido a los gases que liberan nuestros refrigeradores y nuestros aerosoles, deforestación salvaje de la Amazonia, que acarrea la desaparición de especies completas de animales y de vegetales, esenciales para el equilibrio ecológico, multiplicación de descargas clandestinas y depósitos irresponsables de desechos peligrosos. Son amenazas tan serias como la de las centrales atómicas que funcionan mal o de las armas nucleares, que , obviamente, no son amenazas que puedan minimizarse”.


CONTAMINACIÓN Y RESPONSABILIDAD
“¿Por qué no pedirle al Brasil, por ejemplo, que no siga deforestando el Amazonas, que es el pulmón del planeta?, se me dirá.

Los países industrializados, en lugar de darles lecciones de ecología a sus ex colonias –países pobres y hambreados por los intereses de la deuda, harían bien en recordar que el 4% de la población mundial (los Estados Unidos) produce el 24% de los desechos que envenenan la atmósfera. De modo que va a ser mejor que comencemos a barrer primero delante de nuestra propia puerta. ¿Hubo acaso alguna novela que haya denunciado el escándalo de las redes arrastradas a la deriva a lo largo de 40 o 100 kilómetros y que, para atrapar toninas, exterminan cada año unos 500.000 delfines inútiles para el consumo? Sin duda, se trata de imperativos de la pesca industrial. Pero, ¿qué pensar de esa tradición de las islas Feroë que consiste en matar ritualmente y en determinada fecha del año los delfines, al punto que los niños que se bañan en las playas nadan en agua ensangrentada?

Los regímenes que se pretendían comunistas o socializantes han cometido los mismos errores. Para favorecer el monocultivo del algodón los soviéticos secaron el mar de Aral. Por haber descuidado las medidas de protección de los trabajadores, que se consideraron demasiado costosas, las ciudades de la ex Alemania Oriental envenenaron a sus habitantes con vapores de azufre y de mercurio que acarrearon numerosas malformaciones en recién nacidos. Lenin decía: “El comunismo es el socialismo más la electricidad”. A la hora de hacer balance, podemos agregar: “El fracaso comunista es la electricidad y los demás progresos técnicos más la incompetencia y la corrupción en una parodia de socialismo”.

No se trata de una cuestión política en la que haya que tomar partido por la derecha o por la izquierda, “por la jungla o por el zoológico”, como dice Jean Ferrat en una hermosa canción donde expresa su desazón. Pero la cuestión se torna política en cuanto suscita los movimientos de defensa, las movilizaciones de masas que se oponen al lobby de los contaminadores y los masacradores”.


DEFENSA DE LA NATURALEZA Y LITERATURA INFANTIL

Hay filósofos  estudiosos que vienen denunciando estos peligros desde hace treinta años o más (1995, edición del libro), entre ellos René Dumont, Jean- Marie Pelt, el Comandante Cousteau o Haroun Tazieff. Sus libros y sus documentales no se dirigen especialmente a la infancia o a la adolescencia, pero son tan claros y convincentes que conquistan fácilmente ese público, con lo que volvemos a corroborar, una vez más, que los mejores divulgadores son los propios especialistas.

Todas las grandes editoriales tienen colecciones que buscan satisfacer el deseo de saber de los jóvenes lectores y divulgan los últimos conocimientos acerca de animales, plantas, la historia de nuestro planeta. Una de las más notables es la llamada Découvertes (Descubrimientos) de Gallimard, que asocia con mucha destreza información científica con buena fotografía, esquemas, testimonios, y leyendas e historias que provee la sociología y la antropología. Pero nada acerca de los peligros que corre hoy nuestro planeta.

No se trata de anunciar el Apocalipsis. Lo peor no es siempre lo más seguro. Pero es más que probable que suceda si lo miramos venir sin reaccionar, si no informamos convenientemente a nuestros hijos y si no los preparamos para seguir adelante con la lucha, en la que esperemos que sean más eficaces de lo que nosotros mismos hemos sido. La lucha contra la contaminación es una forma de empleo rentable y creativa, tanto ejercida en forma personal o a través del reciclado industrial, algo que, en épocas de desocupación, merece atención. Michel Tournier, en su novela Los meteoros había planteado ya la pregunta en la década del 70: “Se dejará el hombre occidental sepultar debajo de sus propios desechos en tanto los pueblos del sur carecen de todo?

Esperamos, aguardamos que aparezcan nuevos Julios Verne que sean capaces de sensibilizar a los más jóvenes frente a estos nuevos peligros, en ficciones llenas de optimismo. A nosotros lo que nos corresponde es legarles un hábitat limpio y un aire respirable.



BIBLIOGRAFÍA

Tournier, Michel, Les météores, París, N.R.F., 1974 (Los meteoros, Barcelona, Plaza y Janés, 1978; Madrid, Alfaguara, 1986).

Colección Je protege la nature, París, Larousse, 1992-1994, obra de origen británico adaptada con inteligencia a la realidad francesa.

Colección del Comandante Cousteau, de editorial Hachette.



BIBLIOGRAFÍA COMPLEMENTARIA
Braivlosky, Antonio Elivio, S.OS. Naturaleza, Buenos Aires, Sigmar, 1994.

Cabal, Graciela Beatriz, Amigos de los bichos y de las plantas, Buenos Aires, Libros del Quirquincho, 1989.

Ferro, Beatria, Chiquitazos, chiquitotes, pequeñitos, grandulotes, Buenos Aires, Estrada, 1974.
Greenpeace, A mi madre la mar, Madrid, Debate, 1991.

Machado, Ana María, Ome, bicho, planta: o  mundo me encanta; Un montón de unicornios, Madrid, S.M.
Pellerano, Miguel y Penchansky, Pompi, Basura; Energía;Alimentación, Buenos Aires, Libros del quirquincho, 1991.

Lo expresado fue extraído del texto “La Literatura para Niños y Jóvenes. Guía de Exploración de sus Grandes Temasde Marc Soriano. Ediciones Colihue. Buenos Aires, 1995.























viernes, 29 de marzo de 2013

HISTORIAS TABÚ.LA CANCIÓN DE LAS PULGAS de Gustavo Roldán.


"HISTORIAS TABÚ"


LA CANCIÓN DE LAS PULGAS
de Gustavo Roldán - 1990







¿A quién no le gusta la canción de las pulgas?

Es irresistible. Sobre todo cuando hay que decir esa mala palabrita del final, que es lo más divertido que tiene.

Por eso cuando mamá pulga trata de disuadirlas, las pulguitas se las ingenian para volver a entonarla.

La canción de las pulgas: encuentra a la mala palabra exactamente como la percibe uno de chico.

Las siete pulguitas se despiertan todas las mañanas y cantan una hermosa canción pero no entienden por qué a su mamá no le gusta.

La canción dice algo así como:

pata, peta, pita, pota, puta
puta, peta, pita, pota, pata
cuando me despierto todas las mañanas
me dan ganas de cantar
pata, peta, pita, pota, puta.


La mamá les sugiere que canten otra canción y en ningún momento se menciona ni que las pulguitas sepan que puta es una mala palabra ni que la mamá les reproche modales o algo de eso.





HISTORIAS TABÚ. Cuento EL TOPITO BIROLO.


"HISTORIAS TABÚ"

Cuento

EL TOPITO BIROLO

"Del topito Birolo y todo lo que pudo haberle caído en la cabeza"


Autores: Werner Holzwarth y Wolf Erlbruch
Editorial: Centro Editor de América Latina
Recomendado para niños entre 3 y 6 años.
Año 1991














Este libro para pequeños lectores exitoso en Dinamarca, aborda precisamente el tema de las palabras tabú, pero, aparentemente, sin salirse de las normas: no menciona en ningún momento la palabra "caca". Sin embargo, una actitud burlona y desobediente se percibe en todo el libro.

Algunos dicen que TOPITO BIROLO es un libro que se puede leer, tocar, pero también se puede oler.

Las imágenes y las onomatopeyas se encargan de mostrar aquello que las palabras ocultan.

Los rostros y poses de los animales dibujados y las repeticiones en el texto invitan a reír a grandes y a chicos. 



"¡Cuánta puntería! ¿Quién se hizo en mi cabeza?" se pregunta el topito asombrado mientras se pasea de aquí para allá, buscando al culpable con un gigantesco adorno en su cabeza.






A modo de relato detectivesco Birolo irá entrevistando, acusador a los diferentes animales para averiguar la verdad, pero cada uno alegará inocencia mostrándole la diferencia entre sus propios desechos y ESO que el topito porta.


   
                                         Imagen por Wolf Erlbruch


Finalmente, se llegará a un desenlace también humorístico, que muchos lectores/detectives seguramente habrán descubierto antes que el personaje.

Un texto que desobedece, se ríe de los tabués y, por supuesto, logra la adhesión de los más chiquitos.










 ¿Cuál es entonces el secreto de este libro? 

En lo inmediato observable vemos, por ejemplo, que los chicos se tapan la boca, levantan las cejas, abren los ojos y miran al adulto en señal de perplejidad. Reacciones que revelan que no es esperable que los adultos -sobre todo si son docentes- den a leer esta clase de libros. Y esto se asocia a una segunda causa por la que los chicos se quedan con este libro: el adulto pasa a ser un aliado que se suma al proyecto de lo festivo. Este tipo de contacto establece una nueva modalidad, de las relaciones entre las personas, opuesta a las reacciones jerarquizadas de todos los días.





              
Para continuar, vemos en el libro que estas figuras recortadas sobre un fondo blanco no son un correlato del texto escrito, sino que están en función de ampliar significados. Pero no solamente porque muestren lo que no dicen las palabras. El hecho de que los animales (exceptuando al topo) estén representados con grandiosidad en sus dimensiones alude, sin duda, a la pequeñez del topo y al ángulo desde donde está mirando. Y si afinamos la vista, también vamos a poder detectar que el color con el que está pintado el topo es más fuerte, y que sus rasgos también son más fuertes. Hay algo en el orden de la significación que se pone en juego pero que no está expresamente dicho, sino que admite cierta polisemia. Del mismo modo, la expresividad corporal lograda por los contornos, la mímica y los gestos, revela la actitud de los personajes. Así, el topo pasará por todas las páginas con su cabeza abonada, ahora cruzando los brazos a modo de reproche, ahora como un observador miope, ahora tímidamente detrás de la para de la vaca.






                                                            



Todo con absoluta circunspección y clama. Mientras tanto, como dijimos, los animales que responden a una representación gigantesca frente al texto necesariamente deben ser completados desde la mirada del lector de imágenes que profundiza sus rasgos, en relación directa al aplomo del personaje protagonista. 








Entre las palabras y la imagen hay cierta omisión, ya que las palabras ocultan lo que la ilustración descubre: disímiles tamaños, formas, colores, y hasta texturas de deposiciones de la compañia animal, pueblan las páginas de un cuento que convoca desde lo que no se dice. Es decir, mientras las palabras nos describen "ESO, redondo, café y ... oloroso" (prescindiendo de la palabra prohibida), la imagen devela una contundente, colorida y redondeada deposición que hace a las delicias del público infantil. Todo a través de una gradación de rasgos repetitivos que produce el incremento de la intriga, en la medida en que el topito atraviesa un espacio tras otro en busca de una respuesta: "¿Fuiste tú quién se hizo en mi cabeza?" En realidad, como sabemos, la repetición es un rasgo de la literatura para niños. Pero, en este caso, no funciona prioritariamente como recurso infantil, sino como el punto desde donde se destapará lo prohibido. En otras palabras, en el procedimiento literario de omitir "caca" y, al mismo tiempo, volverla explícita en la imagen, hay una burla irónica hacia el tabú en el orden de la palabra; pues en el mundo está "la caca"; en el mundo más allá de las palabras. 

Imagen por Wolf Erlbruch




Algunos datos nos permiten inferir el carácter complejo de este texto: el tamaño del personaje, la dimensión gigante que le otorga a los demás personajes, la ingenuidad de su pregunta directa, la ausencia de especulación y la actitud arrebatada de pagar con la misma moneda, desobedeciendo el mandato de poner la otra mejilla. ¿Todo esto no nos recuerda a otros personajes? ¿Quién es el que no se subordina naturalmente cuando lo intimidan? ¿Quiénes son esos que, mucho más grandes que el topo, están amarrados como Juan Chuletas, el perro del carnicero? ¿Están atados la vaca, el chancho o el conejo? ¿Cuál es el animal que tiene menos libertad? ¿Y cómo usa su libertad cuando apenas la tiene?





HISTORIAS TABÚ.




"HISTORIAS TABÚ"



 




Gianni Rodari "llama "tabú" a cierto tipo de historias  que considera útil contar a los niños, pero ante las cuales muchos fruncirán la nariz. Estas historias son un intento de discurrir con el niño sobre temas que le interesan íntimamente, pero que la educación tradicional relega, en general, al rincón de las cosas que "no está bien hablar": sus funciones corporales, su curiosidad sexual...

Cree que no sólo en las familias, sino también en las escuelas se debería poder hablar de estas cosas con plena libertad y no sólo en términos científicos... Conoce igualmente los problemas de los docentes, ya sean de jardín de infantes como primaria o media, que quieren ayudar a niños y a muchachos a expresar totalmente sus contenidos, a liberarse de todos los miedos, a desterrar cualquier eventual sentido de culpa. Aquella parte de la opinión pública que respeta los "tabúes", rápidamente los acusa de obscenidad, hace intervenir a las autoridades escolares, agita el código penal".

Gianni Rodari también expresa que  "las fábulas populares, en este aspecto, están olímpicamente libres de cualquier hipocresía. Con su libertad narrativa, no dudan en usar eso que se llama "jerga excrementicia", en suscitar la risa llamada "indecente", en dar información clara de relaciones sexuales, etc. ¿Podemos hacer nuestra aquella risa, no indecente, sino liberadora?" El autor mencionado cree honestamente que sí.

Agrega: "Sabemos lo importante que es para el crecimiento del niño la conquista del control de las funciones corporales. El psicoanálisis verdaderamente nos ha prestado un gran servicio al enseñarnos que a esta conquista está asociado un intenso y delicado proceso emotivo. Además, forma parte igualmente de la experiencia de cada familia el largo período en que el niño tiene relaciones completamente especiales con el "orinal", relaciones en la que implica, envolviendo en ellos, y en los rituales en que toman forma, a los familiares mismos. Son las amenazas "si no lo hace", promesas si se decide a "hacerlo", premios y triunfos si "lo ha hecho" y lo enseña orgullosamente como prueba de su bravura. Y atentas inspecciones, discursos entre adultos sobre el significado de ciertos indicios, consultas con el médico, telefonazos a la tía que lo sabe todo. No es de extrañar, por tanto, que en la vida del niño, durante años. "el orinal" y todo lo que le concierne adquiera un relieve casi dramático, asociándosele impresiones contradictorias e incluso misteriosas, ya que de esta cosa tan importante, no se puede hablar libremente, ni mucho menos burlarse.

Los adultos para decir que una cosa no es buena, no se toca, no se mira, dicen que es "caca". Nace así en torno a la "caca" un mundo de cosas sospechosas, prohibidas, quizás culpables. Aparecen tensiones, preocupaciones, pesadillas. El adulto, por lo menos las lleva dentro, sin saberlo, como objetos misteriosos escondidos en un cuerpo prohibido. Pero el adulto puede buscar y encontrar una compensación en la comicidad de lo sucio, de lo obsceno, de lo prohibido, comicidad que está presente en las fábulas, y aún más en el repertorio de chistes que no se cuentan en presencia de los niños y que los viajantes de comercio difunden de pueblo en pueblo, igual que los antiguos mercaderes difundían los relatos de maravillosos y lejanos acontecimientos o las leyendas de los santos. Esta risa está prohibida al niño. Y en cambio es precisamente él quien la necesita más que el adulto...

Nada como la risa puede ayudarle a desdramatizar, a equilibrar sus relaciones con el tema, a escapar de la cárcel de las impresiones inquietantes, de las teorizaciones neuróticas. Hay un período durante el que es casi indispensable inventar, para él y con él, historias de "caca", de "orinales", y similares. Gianni Rodari lo ha hecho y conoce muchos otros padres que lo han hecho y no se han arrepentido".

Dice el autor que las veces que ha ido a alguna escuela a contar pequeñas historias, le piden su "Historia del Rey Midas, el liberado de convertir en oro todo lo que toca, por un contratiempo se ve obligado a transformar lo que toca en "caca", y lo primero que toca es precisamente su coche..."

Este relato "no tiene nada especial pero frecuentemente, mientras lo cuenta, por la clase serpentea una especie de atención maliciosa. los niños quieren escucharlo pronunciar la palabra "caca" con todas las letras y, por el modo en que ríen en aquel momento, se comprende perfectamente que los pobres no han podido desahogarse nunca pronunciándola personalmente, hasta darse el gusto".

En los jardines de infantes, cuando son realmente libres de inventar historias y de hablar  de las cosas que para ellos cuentan, atraviesan un período durante el que hacen un uso intenso, agresivo, casi obsesivo, de las llamadas "palabrotas"...

"El niño a quien el ambiente ha puesto en condiciones de expresarse sin censuras, se ha apresurado a usar esta libertad para que sus fines, esto es, para exorcizar cualquier sentimiento de culpa ligado al aprendizaje de las funciones corporales. Se trata de "palabras prohibidas", que "no están bien ", que "no se deben decir", según el modelo cultural familiar: pronunciarlas significa, por lo tanto, el rechazo de aquel modelo represivo, volcar en la risa el sentimiento de culpa.

A través de este escape pasa más de una operación de autoliberación del miedo, de todos los miedos. El niño personifica a sus enemigos, a todo lo que significa culpa y amenaza, y los lanza a unos contra otros, divirtiéndose en humillarlos"...

Texto extraído del libro GRAMÁTICA DE LA FANTASÍA. Introducción al arte de inventar historias de GIANNI RODARI. Colección Nuevos Caminos. Eliciones Colihue/Biblioser. Buenos Aires, 2011.









miércoles, 27 de marzo de 2013

Los animales en la Litertura Infantil.




LOS ANIMALES EN  LA LITERATURA INFANTIL







"Los animales ocupan un significativo lugar en la literatura infantil con un amplio repertorio oral y escrito

Desde lejanos tiempos, integran el totemismo y la zoolatría. En mitos, leyendas y cuentos aparecen enfrentados a los protagonistas y, cuando resultan vencidos sirven a sus dominadores (ej.: San Jorge y el dragón), o colaboran en sus luchas. En ambos casos, un claro ejemplo lo constituyen los BESTIARIOS medievales. 

Los hay naturales y fabulosos y se les atribuyen diversos símbolos. A veces tienen el poder de la palabra. Protagonistas y sentenciosos los presentan ESOPO, FEDRO, LA FONTAINE, KRILOV en las fábulas

Autores como KIPLING, JACK LONDON, CARROL, LAGERLOFF, SALTEN, AYMÉE plantean la sinceridad de las relaciones con los animales que no siempre se da entre los humanos.

Suelen ser un pretexto para una crítica más o menos conciente de nuestra civilización, tal el caso de ANDERSEN en El ruiseñor y la rosa. DISNEY  a través del dibujo animado, difundido por el cine y la televisión, ha enriquecido el bestiario de la literatura infantil".




"Los BESTIARIOS son libros medievales que tratan de animales reales o fabulosos, representativos en general, por sus rasgos más salientes, del bien, del mal. Tienen su origen en el simbolismo oriental y de allí pasaron a la literatura de occidente y a la escultura románica y gótica medieval. El bestiario más importante es el Physiologus, base de los posteriores bestiarios. El folklore literario ha tomado de los bestiarios aspectos que, posteriormente, han pasado a la literatura infantil".




Por lejos que uno se remonte en el tiempo, el repertorio popular siempre bulle de animales que hablan. A medio camino entre los dioses y los hombres, los animales suelen saber mucho más que nosotros acerca del universo.




El BESTIARIO se trata de un género considerado, ya desde la antigüedad,como particularmente apto, y luego, a partir de la época clásica, como especialmente adecuado para el público infantil. Fedro y Esopo se convirtieron en referentes clásicos de la educación y La Fontaine se les unió muy pronto.




El desarrollo de la biología y de las ciencias experimentales acarrearon nuevos puntos de vista en el terreno de lo animalístico.

Comenzaron a aparecer naturalistas que, de manera directa  o a través de narradores interpuestos, ofrecían a los niños animales menos humanizados, más próximos a la realidad animal tal como se les presenta a un observador.

Hetzel estimula e inaugura esta moda: publica en su Magazin d' education (Almacén educativo) textos de divulgación, más o menos novelados, como por ejemplo La Gileppe o los infortunios de un pueblo de insectos.

Las memorias del entomólogo H. Fabre, las síntesis apasionadas de Maurice Maeterlinck (La vida de las abejas, La vida de las hormigas, La vida de las termitas) atrajeron de inmediato a un amplio público juvenil.




Paralelamente a esta orientación realista, se desarrolla para la misma época una corriente específica, de inspiración romántica a veces confusa. Opone con fuerza la inautenticidad de las relaciones humanas a la sinceridad de los vínculos animales, los ritmos de la naturaleza y las cadencias insensatas que impone la revolución industrial.

Por un lado, el instinto; por el otro, la inteligencia. Sin duda se trata de una tensión ancestral, pero Rudyard Kipling lo expone con gran emoción comunicativa en el primero y segundo Libro de la selva. 

Mowgli, el "hombrecito", criado por las fieras, será el protagonista de ese desgarramiento que es, de hecho, el que sufre todo niño: por un lado el llamado profundo y poderoso de las pulsiones animales y, por otro, las exigencias, no menos insistentes, de la socialización, que nos invita a convertirnos en seres humanos.

Siguiendo a Mowgli, Edgar Rice Burrough crea el personaje de Tarzán, robusto, salvaje y puro (Tarzán de los monos), que luego popularizaron el cine y la historieta.




En la misma línea de su declarado y reconocido maestro Rudyard Kipling, Horacio Quiroga desarrolla una literatura infantil sumamente personal, dirigida no a un niño hipotético sino fundamentalmente a sus propios hijos, en la que se recupera la vida de la selva misionera, donde es necesario convivir con el peligro y donde la vida animal se muestra en toda su fuerza elemental. 

Los cuentos de la selva (1918), Anaconda (1921) y los admirables relatos de la vida en la selva y de las costumbres de los animales que hace el cazador Dum Dum en una serie de conmovedoras cartas a sus hijos, publicadas entre 1922 y 1924 en Mundo Argentino y en Billiken incorporan al universo imaginario infantil, nutrido en esas épocas fundamentalmente por fantasías acolchadas y excesivamente frágiles, la dura, deslumbrante y a veces horrorosa realidad de lo salvaje.




También habría que recordar los bellos relatos realistas de Guillermo Enrique Hudson (Aventuras entre los pájaros, Un naturalista en el Plata, El libro del naturalista), las Biografías animales de Luis Franco y los ajustados relatos de Jorge W. Ábalos: Cuentos con y sin víboras (1942), Shunko (1949), Animales, leyendas y coplas (1953), Terciopelo, la cazadora negra y Andanzas de Jabutí, la tortuguita.



En Brasil es Monteiro Lobato es el creador de la literatura brasilera para niños quien, construye un atractivo y perdurable mundo de animales de fuerte personalidad.


Sin embargo, los animales de la fábula, los "humanizados", no cayeron en el olvido. Es más: en este último siglo la literatura de la primera infancia ha comenzado a semejarse a una especie de Arca de Noé, que crece incesantemente, y en la que se han ido amontonando los animales más insólitos:  los conejos y los gatos inquietantes que aportó Lewis Carroll, el burro rencoroso pero perfectible de la condesa de Ségur, los gansos salvajes pero prudentes de Selma Lagerlöff, los animales maliciosos de la granja de Benjamin Rabier o Probst, el tierno Bambi de Félix Salten, el elefante susceptible y vergonzoso de Jean Laurent
de Brunhoff, los lobos y los patos coléricos, sutiles o reflexivos de Serge Prokófiev, Marcel Aymé o Walt Disney.

Las historietas, la televisión y el cine no cesan de enriquecer el bestiario. Después del Milou que acompaña al Tintín de Hergé, el Bim de Lamorisse o el Nounours de Laydu llega la era y la moda de los dinosaurios. ¿Cómo se explica su éxito? Tal vez por la necesidad que tienen los chicos de experimentar el miedo y de que , a la vez, los tranquilicen y les den confianza. Saben que esos animales gigantes han existido y luego han desaparecido, con lo cual pueden utilizarlos ventajosamente en reemplazo de los ogros de otros tiempos.



LOS NIÑOS Y LOS ANIMALES DE HOY

Sin restar validez a todos los análisis precedentes, debemos tener en cuenta algunas realidades nuevas. La búsqueda del rédito inmediato, la polución y la deforestación ya han hecho desaparecer a muchas especies animales y vegetales de nuestro planeta, y hay muchas otras amenazadas (como las ballenas, los delfines, las focas o los osos). Es necesario enseñarles a los niños, con la ayuda de las películas o libros como los del Comandante Cousteau, que hay un equilibrio en la naturaleza y que, si modificamos las condiciones de vida en nuestro planeta al punto de amenzar de muerte a tantas especies, en realidad no estamos sino amenazando también la nuestra.


Textos extraídos de:

-Soriano Marc: La Literatura para Niños y Jóvenes. Guía de Exploración de sus Grandes Temas. Ediciones Colihue. Buenos Aires, 1995.

-Pardo Belgrano, Ruth María - Galellelli - Elsa plácida Vulovic. Diccionario de Literatura Infantil y Juvenil. Estudio preliminar de Sylvia Puentes de Oyenard. VINCIGUERRA páginas universales. Buenos Aires, 2009.



martes, 26 de marzo de 2013

Memoria Colectiva... LA COMPOSICIÓN de Antonio Skármeta y Alonso Ruano.


Memoria colectiva...


LA COMPOSICIÓN


Portada de "La composición"
Antonio Skármeta
Ilustraciones de Alfonso Ruano
 Caracas. Ediciones Ekaré. 2000
 Colección así vivimos. 
-de 9 a 12 años-
                                                   

Esta historia se desarrolla en un país latinoamericano, década de 1970 para ambientarnos un poco más.

Presencia evocadora de tristes y oscuros recuerdos.

De todas maneras, el relato y las imágenes podrían ser comunes a cualquier país que haya sido gobernado por el terror y la intolerancia.

El comienzo de una dictadura convierte una pequeña ciudad en un lugar siniestro donde se castiga a la gente por sus ideas.

Pedro, es un niño de tercer grado de primaria, cuyos padres siempre escuchan la radio por las noches. Por si fuera poco, la radio se oye muy mal. 


                                              


A Pedro lo que le gusta es jugar al fútbol. 

Un día, mientras Pedro juega en la calle de su barrio, ve como una patrulla militar se lleva detenido al padre de su amigo Daniel, un chico de su clase.

Pedro le pregunta por qué y el niño le contesta que por estar en contra de la dictadura.



                                              


"-¿Por qué se lo llevaron?" (Le pregunta Pedro a su amigo)
"-Daniel hundió las manos en los bolsillos y apretó las llaves".



                                              


"-Mi papá está en contra de la dictadura".
"-Pedro ya había escuchado eso de 'contra la dictadura'. Lo decía la radio por las noches, muchas veces. Pero no sabía muy bien qué quería decir".
"-¿Qué significa eso?
"Daniel miró la calle vacía y le dijo como en secreto:
"-Que quieren que el país sea libre. Que se vayan los militares del gobierno".
"-¿Y por eso se los llevan presos?" -preguntó Pedro.
"-Yo creo".

A partir de entonces, Pedro irá hilvanando los hechos que se suceden a su alrededor: la tristeza y el dolor de su familia, las noticias que llegan de afuera y que en las noches escuchan por la radio de onda corta. Sabe   también que sus están en contra de la dictadura y teme por ellos.







Un día, un grupo de militares irrumpe en el colegio de Pedro con el pretexto de convocar un concurso literario que oculta un terrorífico plan: obtener, a través de los niños, información acerca de sus padres. Les dice que tienen que hacer una redacción titulada "¿Qué hacen mis padres por la noche?"

El niño, por si acaso, dice que sus padres juegan al ajedrez hasta que es la hora de dormir.

Cuando llega a casa, lo cuenta. Al principio, sus padres se asustan por si el niño ha dicho que escuchan la radio. Pero cuando leen la redacción, le miran y sonríen. Deciden comprar un ajedrez por si acaso.


El libro La Composición del escritor chileno, Antonio Skármeta demuestra que la historia y la realidad política son elementos que muy bien pueden conjugarse dentro de un relato destinado a los niños. 

El hiperrealismo que creó en las ilustraciones el español Alfonso Ruano, corporizó a Pedro, a su familia y amigos (y también al militar opresor) con el dramatismo y la emoción que requería el texto de Skármeta.



                                      Ilustración de Alfonso Ruano para La Composición


La composición es un libro que ayuda a quebrar el mito de los temas tabú en la literatura infantil.

Con sinceridad, respeto y mucha  sensibilidad, es posible hablar de cualquier cosa con los niños, aún de lo más difícil.


                                         





Leer pdf en Atonio Skármeta, La composición. 1998 en:


Elegí este texto para recordar  LA MEMORIA COLECTIVA  y expresar que "las sociedades también "tienen memoria". 

Los valores, actitudes, leyes, intercambios compartidos, implican continuidades y rupturas con tradiciones, con la cultura que nos ha sido transmitida desde otras generaciones anteriores a la nuestra. Hay recuerdos y hay símbolos que nos identifican,

La memoria colectiva se transmite oralmente o por medio de textos, monumentos o rituales colectivos. Lo aprendemos através de lo que nos cuentan padres, tíos o abuelos, amigos o maestros y através de muchas otras experiencias cotidianas, en la calle, en los libros, en la televisión o en el cine.

Como la memoria individual, también ella configura identidades.

La memoria colectiva es una construcción social, que define identidades comunes para todos, puntos de vistas similares y la identificación con una comunidad. También puede añadirse que esta construcción no es "inocente": intervienen diferentes intereses, grupos sociales, tradiciones religiosas o culturales que imponen sus visiones al conjunto de la sociedad, aún cuando haya minorías o mayorías excluídas en esta identidad colectiva"...

-Palabras extraídas de "Haciendo memoria en el país de nunca más" de Dussel,Inés - Finocchio, Silvia Gojman. Nueva edición. Editorial Eudeba. 2007.

sábado, 23 de marzo de 2013

LOS ANIMALES EN LA ESCENA.


LOS ANIMALES EN LA ESCENA

Susana Guerrero Salazar, profesora de la Facultad de Filología Española de la Universidad de Málaga expresa que ... 

"Desde la más tierna infancia, el mundo animal se nos manifiesta como un espacio maravilloso y consolador; basta pensar en los animales llamados para acompañar el sueño, el típico osito de peluche




que acompaña al niño en su cuna,





o las mascotas que cada niño decide adoptar, o las canciones infantiles, o los personajes de cuento (el gato con botas, la ratita presumida, los tres cerditos, etc.) y los ya clásicos que pueblan los dibujos animados y las películas de Walt Disney (Pato Donald, Dumbo, Bugs Bunny...), etc.





    
Es verdad que en ciertas ocasiones, los animales más temibles han servido también para asustar a los niños, como tantas veces ha ocurrido con el pobre lobo feroz. Lo cierto es que, sea como sea, el mundo animal se presenta ante los ojos de los niños con múltiples posibilidades.


Mane Bernardo en su libro Títeres y niños




hace alusión a la importancia de los animales en la literatura infantil: "La participación de animales en las obras para niños es muy conveniente. Al niño le gusta convivir con perros, gatos, conejos, lauchitas o pajarillos; siempre es necesario colocarlos junto a una figura humana, que a su vez se identificará con el niño".            

                               



                                                                     



El mundo de los animales está estrechamente unido a la expresión dramática, y puede verse en los ensayos o en las expresiones más simples, como en los ejercicios onomatopéyicos (guaus, miaus, quiquiriquíes, balidos o mugidos), o en los movimientos de las manos, cuyas sombras proyectadas en la pared hacen surgir formas animales (mariposa, perro, conejo, etc.); no faltan animales en las puestas en escena de títeres, marionetas, o en las representaciones escolares en las que, con frecuencia, el niño debe disfrazarse de animal, aunque para la caracterización baste con cualquier atributo que lo distinga (un rabo, unas orejas grandes, etc.)".





http://www.alonsoquijano.org/cursos2004/animateca/recursos/Biblioteca%20virtual/C.3%20La%20Casa%20de%20los%20Cuentos/Guerrero%20Salazar%20Animales%20en%20Escena.pdf