EL NAZISMO Y EL HOLOCAUSTO
en la Literatura Infanto Juvenil
EL NIÑO ESTRELLA
Rachel Hausfater-Douïeb/Olivier Latyk
Hace años en un rico país, un loco obligó
a los que consideraba distintos
a llevar una estrella
de seis puntas.
Pero hubo un niño
que no sabía
qué era
una estrella.
Y se lo hicieron
saber.
Al principio, le gustó
y hasta se sintió orgulloso
de serlo.
Le pareció que estaba bien
aquello de ser niño estrella.
Pero aquella estrella
tenía demasiadas puntas.
Y entonces el niño estrella
empezó a sentir
vergüenza.
Y cuanta más vergüenza
sentía,
más grande se hacía
la estrella.
Y al cabo de unos momentos
ya no se veía
al niño.
Sólo se podía ver
la estrella que llevaba.
A su alrededor,
las otras estrellas
corrían en todas direcciones,
enloquecidas...
porque los cazadores
de estrellas
se acercaban.
Un día, los cazadores
atraparon a las estrellas
y se las llevaron
en unos trenes negros.
Y el niño vio
cómo las grandes estrellas-papá,
las dulces estrellas-mamá
y las estrellitas má pequeñas
ascendían hacia la noche.
Y se apagaban.
El niño estrella
replegó sus puntas
y trató de ocultar
toda la luz que tenía en su interior,
como si ya no
fuera una estrella.
Y se hizo que ya
no pareciera un niño.
Estuvo escondido
durante mucho tiempo.
Estaba oscuro fuera
y también dentro.
Por fin, la noche
se terminó
y el niño
pudo salir.
Fuera, hacia
un tiempo hermoso.
Pero estaba completamente sólo.
Las estrellas fugaces
no habían vuelto.
Las estrellas fugaces
no habían vuelto.
Afortunadamente,
había otras personas
a su alrededor.
Eran un poco soles
y un poco estrellas.
Y le enseñaron
a vivir de nuevo
a la luz del día.
Ahora, el niño sabe que es
una estrella.
Y brilla.
Texto de
Rachel Hausfater-Douïeb
Ilustraciones de
Olivier Latyk
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