sábado, 13 de octubre de 2012

EL NAZISMO Y EL HOLOCAUSTO en la Literatura Infanto Juvenil. URI ORLEV.




EL NAZISMO Y EL HOLOCAUSTO
 en la Literatura Infanto Juvenil 

 URI ORLEV


A menudo son las imágenes de niños las seleccionadas por los medios de comunicación para transmitirnos los horrores de la guerra. El dolor infantil quedó registrado por los corresponsales que, en los conflictos bélicos que azotaron el siglo XX, se alejaron de una estética épica para situar su objetivo allí donde reinaba el miedo. Sin embargo, hubo que esperar un tiempo para que estos protagonistas anónimos pudiesen hablar de ello, rememorar su experiencia y conseguir una voz propia a partir de la cual reencontrarse.

Orlev ha consagrado su obra literaria en este sentido.



Uri Orlev 



Se le concedió el premio Andersen en 1996 por el conjunto de su producción literaria dedicada a niños y jóvenes.



Nació en Varsovia (Polonia) en el año 1931.

Su padre era médico. Uri cuando niño quería ser conductor de tranvía, quería estar de pie apoyándose en una silla alta al lado de la palanca de conducir y advertir del paso del tranvía a los peatones, a los carruajes, a las carretas, a los automóviles, presionando con el pie el pedal de hierro que hace funcionar la campana de repique agradable. Hasta que entendió que el policía es mucho más fuerte, en especial el policía de tráfico, quien con levantar la mano ordena a los vehículos parar o partir, y decide que sería policía.

A Yúrek también  le gustaba leer libros y jugar a juegos de aventuras junto a su hermano menor.

Leyó muchos libros aún antes de la guerra. Le gustaban libros sobre guerras y aventuras que ponen los pelos de punta. Le gustaban libros sobre héroes adultos o niños que experimentan adversidad y más adversidad y que sufren enormemente hasta que todo se arregla.

Yúrek trató de crear, con ayuda de su imaginación y los muchos cuentos que leyó, una especie de lugar de refugio que lo defendiera de la existencia traumática de la irrupción de la guerra y los muchos cambios que ello causó en su vida.

Las siguientes palabras de Uri nos permiten reflexionar acerca de qué función cumplen el juego y la imaginación en su vida en el gueto:

"Un día me inventé un cuento: que la guerra, el Holocausto, todo eso no sucede de verdad. Es sólo un sueño que estoy soñando. Soy el hijo del emperador de China y mi padre el emperador ha ordenado colocar mi cama sobre un escenario grande y sentó alrededor mío a 20 sabios. Mi padre les ordenó adormecerme y hacerme soñar este sueño para que cuando llegue el día, cuando herede el puesto de mi padre, sepa cuán malas son las guerras, que son el hambre y la orfandad, y no emprenda guerras. Este cuento tenía mucho éxito con mi hermano. Cada vez que pasaba algo, al producirse una situación amenazante y temible y sentirnos sujetos a un peligro inminente, mi hermano me persuadía de que le cuente el cuento".

Es así como la II Guerra Mundial y la persecución de los judíos por parte de los nazis son temas recurrentes en sus novelas. 


La infancia que le tocó vivir no la escogió él, y aparece en sus libros, pero nadie va encontrar en ellos mensajes o sentidos ocultos, sino aventuras.

Siempre habla de ese período como si fuera un niño, no como si fuera adulto.

Uri empezó a escribir poesía en el campo de Bergen-Belsen, y leía sus poemas a quien quisiera escucharlo. Lo dejó porque eso hacen los niños. Durante un tiempo se dedican a algo y luego lo dejan.



*Su primer libro, SOLDADOS DE PLOMO, iba dirigido a un público adulto, pero luego se editó en algunos países en colecciones juveniles. Este libro fue publicado en España en 1997 por Editorial Bruño y pertenece a la Colección Paralelo Cero.




Sinopsis:
Varsovia, Segunda Guerra Mundial, asedio nazi sobre los judíos polacos. En esta novela la historia nos habla de injusticias, de sufrimientos, de marginados y perseguidos. Sin embargo, a través de los ojos del joven Júrek se abre una puerta de solidaridad, a la amistad, a la esperanza de un futuro de paz donde ya no existan vencedores y vencidos.



*Su primer relato para niños surgió como un escrito para raiodramas. Era la historia de un niño que se hacía amigo del monstruo que lo acehaba en la oscuridad, ya que él de niño, en el gueto, tenía más miedo de la oscuridad, de los fantasmas, que de los guardias alemanes. Luego por la gran aceptación que tuvo, deció convertirlo en un libro, EL MONSTRUO DE LA OSCURIDAD, publicado en España por SM, en 1997, Colección El barco de vapor, Serie naranja.





*EL JUEGO DE LA ARENA de Uri Orlev, traducido por Dora Zemel, Jerusalén. Editorial Keter, 1996.

Uri dice que, cuando se acuerda de la guerra se transforma en el niño que fue.




En este libro relata las encrucijadas de su vida, desde el punto de vista de Uri, el niño. Sus sueños, sus esperanzas y sus aspiraciones llegan al corazón de los niños y su persona genera empatía y también comprensión de los temas importantes de la época del Holocausto, tales como la vida en el gueto, esconderse para no ser expulsado, la muerte de la madre y otros. 



*CORRE, CHICO, CORRE
En esta obra Uri Orlev recoge el testimonio de Yoram Fridman, apasionante historia de un niño judío que vagabundea por una Polonia ocupada.



Cuando los nazis invaden Polonia y encierran a los judíos en el gueto de Varsovia, de la familia Srúlik, un niño de 8 años, decide escapar de la ciudad y buscar un refugio entre los judíos del campo. Pero el plan fracasa y Srúlik se encuentra solo en medio de un mundo hostil. Durante casi 3 años, hasta que termina la Segunda Guerra Mundial, el niño se verá obligado a vivir de forma clandestina , como vagabundo, ocultando su condición de judío para no ser enviado a los campos de exterminio.


*EL HOMBRE DEL OTRO LADO
Colección: El barco de Vapor
Editorial: SM (mADRID)





Marek, un adolescente de 13 años que vive en Varsovia durante los duros tiempos de la Segunda Guerra Mundial, es el protagonista de esta novela.

Él ayuda a su padrastro Antony a contrabandear mercancías para introducirse en el gueto a través de sucias alcantarillas.

Para Marek, criado en un hogar católico y vinculado a un universo antisemita, los judíos son seres desagradables y extraños; sin embargo, distintos acontecimientos lo llevarán a cambiar su visión. 

Primero: cuando se entera que su verdadero padre -un comunista al que los alemanes dieron muerte cuando él tenía 4 años- era judío; más tarde, cuando ayuda al señor Yusek, un hebreo que se ha escapado del gueto; por último, cuando combate a los alemanes junto a otros muchos jóvenes judíos. Las últimas páginas contienen una emotiva recreación de la trágica sublevación del gueto de Varsovia. 

El padrastro, ese contradictorio personaje que odia tanto a los comunistas como a los judíos, pero que insiste en adoptar a Marek, hijo de un hebreo comunista, es uno de los mayores logros de la obra.

El hombre del otro lado es una novela amena, llena de acción,  de caracteres y conflictos étnicos y humanos complejos, dibujados con sutileza, que aborda problemas delicados sin rodeo de palabras.


-Agradezco a todos aquellos que han hecho posible estos escritos-







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